viernes, 26 de febrero de 2021

La Cenicienta

3.- LA CENICIENTA
Autor: Charles Perrault
ESCENA UNO
( Preludio Musical)
Hada.-Aquí comienza esta historia, queridos amigas, la historia de un Señor Viudo que casó en segundas nupcias con una Señora también viuda, pero que déjenme decirles tenía un carácter muy Agrio, además de ser muy Altiva y Orgullosa.
Hada Chismosa.- Ésta Señora que si ahora me estuviera oyendo, ya me habría arrancado las orejas a pellizcos, tenía dos hijas de su primer matrimonio, y que por desgracia del cielo en todo se le parecían. ...Si las vieran.
Hada.-El Caballero del que hablábamos, que bien podemos decir era un alma de Bien. Tenía también una hija fruto de su primer matrimonio, y aunque hasta ahora nadie sabe cómo se llamaba, era tan dulce y bondadosa, que los viejos que habían conocido a su madre decían que era la viva imagen de ella. (Aparece Cenicienta, radiante de luz).
Pero entremos de lleno a la historia, porque uno de los gatones de nuestra historia me contó que apenitas se habían acabado de ir los últimos invitados de la boda ...
Hada Chismosa.-La Madrastra esa se puso de tan mal humor, porque dicen que no podía soportar que las buenas cualidades de su hijastra hicieran aun más notable el mal carácter y lo odiosas y berrinchudas que eran su par de hijas.
Madrastra.- Niñas deténganse, qué está pasando aquí, Shhhttt... A callar. Y tu Escuincla te me largas a cambiar esos vestidos, diantre de lombricienta, ¿que te has creído?
Hada Chismosa- Por eso rápidamente mandó a la niña que se quitara el vestido que había lucido en la Fiesta, y nomás por moler la mandó a lavar toda la loza (Música)
Hada.-Y cuando apenas había acabado de hacerlo dispuso que limpiara todos los salones del castillo, arreglara todos los closets y recamaras, y desde aquel día sin que su Padre se diera por enterado nuestra amiga tuvo que dormir en el suelo de un cuarto donde guardaban el carbón, de ahí tomó su nombre nuestra amiga, ¿han dormido alguna ustedes alguna vez sobre un piso lleno de polvo de carbón?, amanece una como las hijas del Ogro ...
Hada chismosa.-Mientras que sus hermanas dormían sobre colchones de plumas, en recámaras llenas de espejos y ventanas.

ESCENA DOS
Hada.- La pobre niña aunque no comprendía nada de lo que pasaba, lo sufría todo con paciencia sin atreverse a quejar con su padre, tan ocupado siempre de sus amigos y negocios. Pero un día de tantos, algo muy distinto ocurrió una mañana, mientras ella lavaba los pisos.
Hada Chismosa.-¡Los pregoneros del Rey salieron a la calle, para invitar a todos, a la fiesta de cumpleaños del Príncipe!.
Pregonera.- Su Majestad el Rey y su distinguida esposa los invitan a que los
acompañen esta tarde del domingo, para celebrar el cumpleaños del Príncipe, son todos bienvenidos.
Hada Chismosa.- Y como se podrán imaginar las hermanastras estuvieron desde aquel día como locas en los preparativos de los vestidos, peinados y adornos que más pudieran favorecerles.
Hermana Chica.- Creo que yo me he decidido por llevar el traje de terciopelo rojo con encaje inglés, y ésta diadema de tocado.
Hermana Grande.- Pues yo me voy a poner mi traje preferido, pero lo voy a combinar por esta vez con el manto de oro bordado, ... y de tocado me pondré la diadema de zafiros que tan bien me queda.
Hermana Chica.- Pero tú vas a tener que ayudarme a peinar Cenicienta, ¿verdad que sí?, ... yo nunca puedo hacerme un peinado que me guste.
Cenicienta.- Yo creo que a ti te luce mejor el traje blanco con picos, a ti el color de Rosa y plumas.
Hermana Grande.-Creo que tienes razón, así todo combina mejor. Oye, cuéntame una cosa ...¿a tú también te gustaría venir al baile, no? {Se ríen}
Cenicienta.- Anden, si búrlense, bien saben que el baile del Rey no es un sitio adecuado para alguien vestida, con tanta pobreza como yo.
Hermana Chica.- Si creo que tienes razón, la gente se moriría de risa de ver a una Cenicienta en el baile. ja, ja ja....
Hermana Grande.- Y mira, entiende bien una cosa, a mi no quiero que me vuelvas a decir que soy tu hermana, ¿Entendido?.

ESCENA TRES
Hada.- Pero al fin llego el día esperado y Cenicienta peinó a sus hermanas lo mejor que pudo , ella también estaba aquel día muy sonriente y todo lo hacía con mucho gusto. Pero cuando ellas y su Mamá se marcharon al baile, Cenicienta las siguió con la mirada largo rato, después se le hizo un nudo grande en la garganta y dejó escapar un torrente de lágrimas salidas de muy adentro.
Hada Chismosa.- ¡Entonces se apareció mi mamá!, y le dijo ....
Hada Mayor.- Herrrmosa niña, ¿porrrque llorrasss?.
Cenicienta.- Yo quería ...Buh...,Buh!, yo también quería ir... .(llanto).
Hada Mayor.- Déjame adivinarrlo, ¿tú querrías irr al baigle del Prríncipe, no es verrdad ?.
Cenicienta.- Ay, si .{llora}.
Hada Mayor.- Bueno, pues pórtate bien y seca ya ésas lagrrimas , que parra eso estoy yo aquí.
Cenicienta.- ¿¡Cómo!, es verdad lo que estoy oyendo ? (limpiándose las lágrimas).
Hada.- Si anda no perrdamos mas tiempo, veamos mmm ...se necesitan ... una caalabaza y dos ggratones, tu ve a buscarrlos, que yo cortaré la caalabaza del huerrto, cuando los hayas atrrapado te esperro junto a la puerta de la entrrada, anda apúrrate que ya empezó el baigle.
Hada chismosa.- Cenicienta se fue pensando en qué cosa serían aquellos ggratones que tenía que encontrar, así que como lo único que encontró fueron sus gatos que dormían junto al fogón, los llevó, por cierto uno de ellos que luego se enseño a hablar fue el que nos contó ésta historia
( Obscuro y Canción del encantamiento).
Hada Mayor.- Y ahorra ya puedes irr al baigle. estás contenta .
Cenicienta.- Sí,sííí...., gracias Hada Madrina, que Dios te pague, todo esto que haces por mí, Nunca voy a olvidarme de Ti, ni de ésta noche.
Hada.- No hables más que me haces llograrr, anda vete ya y no olvigdes lo que te dije, tienes que estarr de rregreso angtes de que suegnen las dogce de la noche, esto es muy imporrtante.
Cenicienta.- ¡No lo olvidaré, (avanzan) descuida, y ...... gracias por todo!.

ESCENA CUATRO
Hada Chismosa- Cuando Cenicienta llegó a la fiesta, ya estaban comiendo el pastel y la velada parecía inolvidable para todos, menos para el Príncipe que ya estaba cansado de bailar, con todas las Doncellas que habían venido, y de recibir abrazos y apapachos de todas las gentes que iban llenando la sala, por todo eso cuando una de sus pajes le dijo que acababa de llegar una misteriosa princesa desconocida .....
Hada.-El se fue corriendo a la puerta para recibirla, ya ahí la ayudó a descender de la carroza y bailaron como dos enamorados, mirándose a los ojos en silencio. (Música) Al final toda la concurrencia se reunió alrededor de ellos para contemplar la resplandeciente belleza de aquella Princesa desconocida.
Voces.- Qué linda es ....Qué cutis tan fino ..., ¿quién será...?.
Príncipe.- Jamás había visto unos ojos tan expresivos, ni un rostro y una belleza tan perfecta.
Hada.- Ni tardo ni perezoso el Príncipe se dispuso de inmediato a Cortejarla galantemente y desde ese momento sus miradas quedaron anudadas por toda la vida ...
Hada Chismosa.-Y como siempre sucede con los hombres, cuando Cupido se aparece, el Príncipe no pudo ocuparse más en toda la noche, de nada que no fuera el contemplar embelesado a la hermosa princesa, en algún momento detrás de un antifaz, ella se sentó muy cerca de sus hermanastras y compartió con ellas los regalos y obsequios que del Príncipe recibía, ellas los aceptaban, extrañadas del trato amistoso de aquella niña misteriosa a quien no reconocían. (Suenan las campanadas del Cuarto).
Hada Chismosa.- Y cuando sonó en el reloj el cuarto para las doce, Cenicienta hizo una gran reverencia a los anfitriones y salió tan rápidamente como le fue posible. Así cuando llegó a su casa el Hada ya estaba esperándola, y muy contenta le contó todo lo ocurrido, en eso estaba cuando sus hermanas regresaron. (Entran).

ESCENA CINCO
Hermana dos.- De lo que te perdiste, fue una noche encantadora ...
Hermana Chica.- Si hubieras venido al baile, estoy segura que tu tampoco te hubieras aburrido, nos hicimos amigas de una hermosa Princesa, la más hermosa que ha existido.
Cenicienta.- Hay, qué pena no haber ido, y cómo se llamaba su nueva amiga.
Hermana Grande.- Nadie lo sabe, es algo muy extraño, nadie logró reconocerla y el Príncipe mismo al terminar la fiesta nos preguntó si era nuestra amiga y si sabíamos en dónde vivía.
Hermana Chica.- Pero al oír nuestra respuesta se puso tan triste que su Padre ha decidido volver a hacer mañana mismo otra fiesta, no te parece divertido. (giro) ¡Otra Fiesta!.
Cenicienta.- ¿Otra fiesta?, ¡hay qué alegría tan grande la vuestra!,(Pausa). ¿Por qué no olvidamos todo lo que ha pasado hasta aquí?, a mi también me gustaría mucho conocerla, si tú me prestas tu vestido rojo, a escondidas de Mamá, yo puedo ir al baile para conocer a la Princesa.
Hermana Grande.- ¡Yo no quiero que tu vengas con nosotros a la fiesta!, [a su hermana] ¿y tú tampoco verdad?
Hermana Chica.- Qué insolencia, cómo te atreves a pensar que te voy a prestar mi ropa para que te luzcas, a tí ...una Cenicienta .Ni que estuviera loca chiquita.

ESCENA SEIS
(Obscuro y música de Romance).
Hada.- Al día siguiente las dos hermanas asistieron a la fiesta y Cenicienta también, más hermosa que la primera vez, el Príncipe no se separó de su lado toda la noche y con dulces palabras llenaron de sonrisas los corazones.
Hada Chismosa.-La Princesa estaba tan divertida que no sintió cómo corrió el tiempo, por eso cuando escuchó la primer campanada de las doce (Suenan las Doce), levantándose de golpe, echó a correr por en medio del salón como si fuera una asustada cervatilla. El príncipe la siguió (Música de la huída), pero vano fue su intento, (congelamiento) pues no pudo alcanzarla, Hada.- Solo recogió al bajar la escalera, una de las zapatillas que Cenicienta había dejado olvidada en su loca carrera, y la guardó entre sus ropas. Fue después hasta la entrada del palacio y preguntó a los guardias si habían visto pasar a la Princesa, ellos extrañados le confesaron que sólo habían visto salir a una pordiosera. Cenicienta regreso a casa caminando abrazando entre su pecho una pequeña zapatilla de oro, el par de aquella que el Príncipe había recogido en la escalera.

ESCENA SIETE
(En la casa de la Madrastra)
Cenicienta,. [a sus hermanas] Pero cuéntame ya, ¿estuvo la Princesa desconocida en la fiesta.?.
Hermana Chica.- Sí pero se comportó de un modo aún más extraño, de repente se salió corriendo de la fiesta sin despedirse de nadie.
Hermana Grande.- ¡Hay, pues yo ya empecé a perder mis ilusiones de acercarme al Príncipe, por lo que se ve, está perdidamente enamorado de esa Princesa Misteriosa, ahhhh.!

ESCENA OCHO
Hada chismosa.- Y así era en efecto, pues a los pocos días, el Rey hizo publicar a son de las trompetas que casaría a su hijo, con la Señorita que pudiera calzarse la zapatilla de Oro, que el Príncipe había recogido en la Fiesta. (Música del Tema).
Hada.-Fue así como un paje recorrió todo el reino para buscar casa por casa a todas las doncellas de la corte, hasta que llegó por fin a casa de Cenicienta, que risueña y segura esperó a que sus hermanas terminaran de hacer todos los esfuerzos posibles por intentar calzarse la pequeña zapatilla dorada.
(Cuando ya se va a ir el Paje, ella sale de detrás de la cortina)
Cenicienta.- Ahora puedo probar yo a ver si me queda bien.
Hermana Chica.- ¡No, tú ni siquiera fuiste a la fiesta!, Vete a la cocina si no quieres que le llame a Mamá.
Hermana Grande.- ¡Que te largues ...!
Paje.- (Maravillada) Me van a perdonar Señoritas, pero las ordenes del Rey son que todas las mujeres del reino tienen el mismo derecho a probarse la zapatilla sin distinción de edad, ni de condición [le ofrece la zapatilla].
Cenicienta.- Gracias, a ver si me queda bien ...
Hermana Dos.- Esta naca, ella jura que le va a quedar ...
N.- Y así ante la mirada sorprendida del Paje y las hermanas, Cenicienta se calzó la zapatilla como si estuviera hecha a su medida y mayor fue su asombro cuando ella sacó de entre sus ropas la otra zapatilla y también se la puso.
Hermana Chica.- (Llora) ¡Sí eras tú...!, cómo pude haber olvidado el brillo de tus ojos, perdona todo lo que te hemos hecho sufrir. [Ambas lloran y se arrodillan].
Cenicienta.- No, no hay nada que perdonar, pero quiero que ustedes me quieran como yo las quiero, sin envidias, ni dobleces, ya ...ya, no lloren que desde ahora todos vamos a ser muy felices, ya lo verán.
Hada Chismosa.- Y dice mi amigo el gatón que la historia aquí no termina, pues las pajes del Rey la condujeron a donde el Príncipe ansioso la esperaba.
Hada.-El al verla, le pareció más bella que nunca, y a los pocos días se celebró la boda, Cenicienta siguió siendo tan buena como hermosa y después de una inolvidable luna de miel, trajo a sus hermanas a vivir con ella al palacio.
Hada Chismosa.-Y colorín colorado éste cuento del ilustre Maestro Carlos Perrault se ha acabado, y la que no se pare se queda sentada. Y la que se durmió se quedará acostada.

                                                   

                                                                        FIN

 

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