viernes, 26 de febrero de 2021

México, Historia del Alma Nacional


                            6.-                 México
                                           -HISTORIA DEL ALMA NACIONAL-
                                                 ( De los Orígenes a la Colonia.)

                                  Dramaturgia y Compilación de Ignacio Pérez Cervantes

Textos varios Textos varios: “Historia de las cosas de la Nueva España" de Bernal Días del Castillo; Poemas de Nezahualcóyotl; “Tlacaélel” (de Ayocuan), “El Dios de la lluvia, llora sobre México” de Lazlo Passut; "El Libro de Chilam Balam" Anónimo; “Aprendiz de Bruja” de Alejo Carpentier y más.

                                          Dedicada al Mtro. Antonio Velazco Piña RIP

"Cuando Aztlán despierte de su pasajero sueño, el mundo entero se llenará de asombro, atenderá su voz, y comprenderá de nuevo los mensajes del Cielo. "
                                                                                                                                              Tlacaélel.

 

                                                         ACTO PRIMERO
                 
                                                                   Escena 1
                                                           Danza de la Alegría
(Al sonar el caracol, el círculo se petrifica. Un Sacerdote sahúma los rumbos y le dice al prisionero recién sacado de la jaula:)


Sacerdote.- Sepa Señor, que ha sido elegido para representar a nuestro Gran Señor Huitzilopochtli, Señor del espejo Humeante. Por nueve lunas serás ungido y venerado como El Semejante a Sí mismo, desde éste momento todos los placeres y deleites de este mundo, son para tí. (Ordena que lo vistan ricamente lo pasean en un palanquín entre flores, por todos los rincones le ofrecen dones)
Tú eres su imagen: Nohoch Chan Quetalcoatl, Él es Dios.

(Suena la Música y hay alegría. Acompañado de sus sirvientes recorre campos y ciudades, las gentes lo reverencian como a Dios mismo, poniendo delante de él a sus niños cuando pasa.)

Pasarás un año venturoso, lleno de alegrías, embriagado de las entrañas esponjosas de los frutos de la tierra, caminarás entre multitudes que derraman flores al pasar, y tú caminando entre nubes, sonríes plagado de visiones celestiales, dicha y conocimientos. Tú el elegido entre nuestros prisioneros, como el más fuerte, bello y robusto, serás paseado entre flautas, tambores y danzas, entre el estruendo de las caracolas marinas; portando en tus sienes y vestidos, plumas, flores y finos accesorios; y una multitud de mujeres, hombres y niños, te atienden y veneran como el Semejante a si Mismo, entre densas volutas de incienso, que nublan, las siluetas en un halo irreal y místico. Y en el último día del tránsito por las comarcas y comunidades, serás llevado al ara de los sacrificios, y tu corazón palpitante, ofrendado al cielo, alimentará al sol. Para que regrese esplendente del Mictlan.

                                                              Escena 2
                                                     Danza del Sacrificio
Coros.- Hitzilopochtli-Hitzilopochtli-Hitzilopochtli-Quetzalcóatl. (Mantram ad lib.)


(El esclavo con pasos descompuestos, embriagado y sonriente es llevado a la piedra del Sacrificio, cuatro guerreros Nahuales lo sujetan de sus extremidades, y el Sacerdote hiende con el filo de obsidiana bajo sus costillas, al final es ofrecido al sol un corazón palpitante, que macula con sus hervores, el rostro del Nohoch Tata.)


Etnóloga.- Hoy nos es difícil entender sus razones, pero nuestros antepasados creían firmemente que el Sol se alimentaba con la sangre de los corazones, y ése era el sustento para recorrer cada día el camino del Cielo;  y en virtud de quien, la tierra se preñaba de ansias, anhelos y vida en abundancia.
Chilam.-Nosotros somos los Macehuales, es decir:"los merecidos por la penitencia", y que hemos venido a vivir a éste mundo por fruto de los trabajos y sacrificios de nuestro padre Quetzalcóatl, Guerrero valeroso que pasó duras pruebas para rescatar del corazón de la tierra, los huesos de la ultima humanidad; y al derramar sobre ellos su sangre, nacida de su pene cercenado, nacieron a la vida nuestros Padres, nuestros Abuelos, raíz de la quinta humanidad, y gloria de nuestra raza.
Nuestro Padre Quetzalcóatl, no es sólo una leyenda, los códices libros-sagrados nos hablan de un Ser encarnado que vivió entre nosotros transmitiéndonos sus enseñanzas y bajo su guía, las ciencias y las artes avanzaron velozmente; y que un día se marchó sin despedirse, prometiendo volver a regresar.
Etnóloga.- Se sabe que algunos de sus ministros, sorprendidos de su integridad moral, buscaron la ocasión propicia para verlo derrumbarse, anhelando los deleites de éste mundo; y cuenta la leyenda que fue embriagado con pulque y seducido por una mujer pública, a quien habían aconsejado sus enemigos.  Y desde la mañana del siguiente día, no se supo más de Él. Dicen que se fue o huyó al amanecer de aquella noche aciaga, temiendo no poder resistir la mirada de sus súbditos, que tenían por él tan alto aprecio y admiración. Se cree que peregrinó hacia la península Maya,, donde guió e hizo partícipes a los pueblos Mayas de sus dones y maravillas, identificándose como Kukulcán, y donde  ellos veneraban ya a Itzamná, Señor de la Sabiduría. y a Hurakán, Corazón del Cielo., y a una pléyade de Guardianes, Señores y mil espíritus mas.

                                                       Escena 3
Chilam.- El principio de la historia comenzó en Aztlán , una isla enclavada en la porción costera del Noroeste de México, la vida de los nahuatlacas corría apacible entre la compañía de las garzas, en una isla que hoy sed ubica en el estado de Nayarit,, hasta que una fresca mañana del Siglo XII, la vida hizo trizas la monotonía cotidiana, y extrañamente todo comenzó a cambiar.
Tecpaltzin.- (se escucha el canto de un ave) Escuchad hermanos Nahuatlacas... (silencio y canto), ¿lo habéis oído?, ese tihuí, tihuí, que tan insistente repite ésta avecilla, es sin duda el secreto mensaje de una deidad oculta que se interesa en nuestro bien, y que nos pide que salgamos de éstas tierras de nuestros abuelos, pues hay ya una nueva tierra pródiga, que nos espera para deleitarnos con generosidad; atendamos pues sin tardanza a su voz, no sea que nuestra sordera y renuencia, enciendan su indignación y seamos severamente castigados.
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Etnóloga.- Casi doscientos años duró el peregrinaje, en que sufrieron: hambre, batallas, privaciones y cautiverio. Corría el año Dos-casa (1325), cuando acosados por otros pueblos guerreros que se habían asentado antes que ellos en las riberas del Lago del Valle del Anáhuac, migraron  a la Isla que estaba en medio del lago , y ahí sus ojos fueron testigos del cumplimiento de la profecía, que les marcaba el final de su peregrinar y de todos sus padecimientos: “Posada sobre un nopal, nacido de una piedra, encontraron a un Águila devorando una serpiente”, y de ahí tomó su nombre de ciudad Tenochtitlan, que luego será conocida como México, en referencia a su culto a Huitzilopochtli.

Antropólogo.-La pequeña isla poblada de bejucos estaba infestada de serpientes, y ellos se alegraron sobremanera, y de inmediato las cazaron para asarlas y mitigar su hambre; cobijados por el lago, lejos de sus enemigos disfrutaron reparar sus agotadas fuerzas, durmiendo a pierna suelta sobre el limo húmedo, como cuando niños, bajo el manto de estrellas. Se alimentaron de pescado, ranas, tortugas, charales e insectos lacustres, aves, quelites, amaranto (alegrías), raíces y tubérculos; y perfeccionaron la siembra en chinampas de calabazas, pimientos, jitomate. chía y el manjar por excelencia: El Maíz; eran Los Hombre del Maíz, y dos se han distinguido al pasar del tiempo entre todos ellos : Moctezuma Ilhuicamina y Nezahualcóyotl.

Moctezuma (Flechador de estrellas), hombre de gran corazón, de inigualable integridad moral y valor indómito, fue el brazo armado del Rey Izcóatl, y juntos formaron impetuosamente en sólo doce años, el Imperio Azteca.

Netzahualcoyotl, príncipe azteca de notable entendimiento e incomparable grandeza de ánimo; parco de temeridad,  su intrepidez lo ayudó a salir bien librado de muchas situaciones peligrosas en que se vio envuelto sólo por ser nieto del Rey Acamapichtli. Su ingenio era maravilloso y en su casa construyó un laberinto que sólo él conocía y tenía amplios conocimientos en todas las artes, fundó durante su reinado colegios y escuelas de música, poesía, pintura, historia, astronomía y arte adivinatorio; y reunió en ellos los más hábiles y doctos Maestros de cada disciplina que generosos se entregaban a difundir, sus luces y arbitrios.  No es menos meritorio su afán por apreciar el respeto de la naturaleza y sus dones, ya que se sabe, que construyó el primer zoológico de América, y quizá del mundo.                                                Gran esplendor y poder concentró el pueblo Mexica con el paso de los años, hasta que un día regresó el tiempo malo.
Chilam.- Estrellas habrá que traigan peleas violentas entre los hombres sus súbditos, perdida será toda ciencia, perdida será la sabiduría verdadera; serán esclavas las palabras, esclavos los hombres, esclavos los pueblos, esclavas la piedras; habrá peste, hambre y destrucción. No son cosas inventadas o fingidas, pues vienen en su orden sin fingimientos ni mentiras.

                                                              Escena 4
(Aparecen dos Coros de calaveras de Guerreros Indios, Hay un ritual ante Coatlicue)
Coros.- Ó Reina excelsa, Ampáranos ...
(Esqueletos rumberos luchan con fragor, al compás de música disonante y chiflada)


                                                        Danza de Coros
Solista:"Coyolxauqui, Madre, de manos-corazones tu collar-ofrenda
Reina del Faldellín de Serpientes
Madre Garras de Águila
Reina, dos Serpientes que te coronan
a ti reverentes, traemos ofrendas de flores y viandas , Madre de Ojos y Colmillos sonrientes”


Coro I.-No venimos a vivir para siempre en la tierra, sólo un poco aquí
Coro II.- Aunque sea de Jade se quiebra, aunque sea de pluma de Quetzal se desgarra.
Coro I.-No para siempre en la tierra sólo un poco aquí.
Coro II.- Solo por un breve tiempo, sólo como la flor de elote así hemos venido a abrirnos, a conocernos sobre la tierra.
Coro I.- Ésta es la región del momento fugaz, lo sabe el corazón, nada es para siempre.
Coro II.- Sólo una vez habremos de vivir, luego nada quedará de nuestra memoria.
Coro I.- La Tierra es un lugar de alegría penosa, de alegría que punza.
Coro II.- VENID GOCEMOS, ANCHA ES LA TIERRA PARA VIVIRLA CON ALEGRÍA.
(Ambos coros se abrazan y se aglutinan en izquierda arriba mantreando : TLOQUE NAHUAQUE-TLOQUE NAHUAQUE, TLOQUE NAHUAQUE- QUETZAL-CÓATL. (dando giros y cabriolas)
(Por la derecha aparecen Cortés y sus hombres, caminan muy lentamente, mientras se va escuchando in crescendo los coros de calacas indias)
Coro I.- Del Oriente vinieron, por donde nace el sol de cada día.
Coro II.- Montados en sus casas de Agua, amanecieron un día.
Coro I.- Montados en sus fieras. Andaron ´por los caminos y llegaron hasta aquí.
Coro II - Empuñaban sobre sus cabalgaduras el arcabúz, la espada y la Cruz.
Coro I.- Nos enseñaron el miedo, de pecado era su voz, de pecado su palabra.
Coro II.- Sólo vinieron a marchitar nuestra flor, para que su flor viviese; sólo vinieron a castrar al sol.
(Cuando los extranjeros se ven vencidos  cuerpo a cuerpo, sale la tecnología a relucir, y las calaveras indias sufren rudo vasallaje y opresión.)
(Silencio y Obscuro)

                                                            Escena 5
                              (Son Caribeño, para un lamentable desembarco.)


EL Cielo se va a caer, la vida se está acabando,
De Cuba salió Cortés, escondido navegando.
 

Ávido de poder, honores y aventuras,
llegó a tierra jarocha presagio de mil dulzuras.
Ándale pué mi negro, acerca ya tu piragua,
que repletita de regalo, de colore pinta el agua.
Sencillo el rostro sonriente, le dijo con discreción
luego de unos saludos, lo que aquí canta éste Son:
"Comidas, flores y plumas, te manda mi Emperadó,
y que te me fueras rapidito, ¿qué máj quiere, mi señó?".
Hambrientos se avorazaron, hasta limpiar los chiquihuites
y cuando el alma les volvió al cuerpo,:"ora si ¿qué me dijites?"
Su mirada se hizo torva, cuando salió a relucir el oro
y con ojos desorbitados contemplaron el tesoro.
El cielo ya se calló, nuestras vidas están penando
sanguijuelas y ladillas, con mi pueblo están acabando.                                                                               

El cielo se va a caé,  la vida se está acabando.                                                                                            De Cuba salió Cortés, escondido navegando.

Primero llegó Corté y con el llegó Alvarado.                                                                                        ¿Qué culpa tengo  yo, de lo que Dios nos ha enviado ?                                                                     Cargadas de pesares, llegaron días y penas.                                                                                                Y el sino nos empató al lomo, dolor hambre y cadenas. (Bis)



Chilam.- Nadie presagiaba la cifra de un padecimiento tan funesto, pues nuestros dioses en su deliberación nos tenían reservado el espanto. ¡Nunca se fueron ya!, el brillo del oro los enloqueció, y sus miradas irradiaban un mal extraño, Cortés relamía su barba sucia, ansioso por cobrar en honores la parte del León; y qué decir de los sueños de sus subalternos, dos hombres de negra memoria: Alvarado el Cruel, y Pizarro el Esclavista, al mando de presos ambiciosos, que soñaban encontrar la ciudad hecha de oro.
Fraile.- (Llorando) .... Entonces, comenzó a oler a carne achicharrada, el Amo ponía el hierro en la frente del indio, y aún los recién nacidos, recibían el estigma.
(Se escuchan gritos aterradores, los grupos se retan de perfil amenazándose a la vez que se recitan los coros finales)
Coro I.- Sembraron su semilla de odio, los escarabajos de la tierra
Coro II.- Por ellos. Solo Por ellos entró la maldad a este mundo.
Españoles.- ¡Dame el oro!, dame todo lo que tengas.
Fraile.- Hermanos: ¡ésta es la cruz de Cristo!, ¡arrepentíos y creed en el evangelio!.
Coro I.- No hay bondad en su corazón, ni verdad en sus palabras.
Coro II.-De pecado su voz, de pecado su enseñanza.
Virrey.- ¡Arrodíllense idólatras, arrepiéntanse adoradores de Satán!.
Coros.- Eran los Gavilanes Blancos, opresores de mi pueblo. Gato montés de mi gente.
(Las calaveras indias salen dando un alarido sobrecogedor al escucharse relinchos y disparos de arcabuz; mientras los españoles destruyen Dioses y ofrendas, luego se desbandan, y entran y salen de escena, portando teas encendidas y cargando los frutos del botín)
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                                                           Entre Acto
                                                 (Tecuichpo y Mallinalli.)
                                                           Escena Prima
(Entran Mallinalli y Tecuichpo conversando a media voz)
Tecuichpo.- ¿Y has pensado alguna vez Mallinalli, que al servir a tu señor, estás traicionando a tu raza y a tu pueblo?.
Mallinalli.- No hablemos de eso, que apenas hace pocas noches, he comenzado a dormir sin temor ni pesadillas; Yo sirvo a mi Señor, porque el siempre me ha visto con bondad, porque ha llenado mi vida de alegrías, y sobre todo porque ha sembrado en mi vientre, éste fruto (toca su vientre), y me ha dicho que si por ventura es niño, ¡lo llamará Martín, al igual que su padre!.
Tecuichpo.- Me alegra tu felicidad, ...¿pero has pensado en lo que pasará si algún día llega por éstas tierras la esposa que tu amo dejó, en ésa isla que está en medio del mar?.
Mallinalli.- No..., no lo sé; y no quiero ahora pensar en eso, por ahora me ama y es mío, sólo mío.
Tecuichpo.- ... dime un secreto, cuando estás a solas con él, ¿acerca sus labios a los tuyos?....
Mallinalli.- ¡Sí...., cuando apaga la luz, sus ojos se llenan de reflejos azules como el mar, y en la penumbra, su cuerpo parece que brilla en la obscuridad; cuando me abraza, me llena de besos y felicidad, como si la piedra inerte se llenara de vida!,
(Se oye que Cortés se acerca y da algunas órdenes desde la puerta, Tecuichpo sale)

                                                                         Escena Segunda

                                                                        Interludio de amor

Pixan.-  Desde lo alto de éste antiguo templo de nuestros Dioses, edificado por los Padres de nuestros Ancestros, sobre el monte que domina la llanura toda pienso en ti Cancoh, cazador hermoso y joven. Y éste fuego sagrado, confiado ésta noche a mis cuidados, arderá sin perder brillo, semejante al que en mi corazón arderá siempre por ti.

Y cuando la Diosa de la noche se levante para iluminar la tierra, cuando una de mis compañeras venga a velar el fuego, iré a mi aposento solitaria, no para dormir, sino para pensar en ti, cazador joven y hermoso.

(cae de improviso una flecha adornada con plumas)

Cancoh.- Pixan, joven virgen Alma de mi vida, recibe mi saludo. Ya está próxima la hora en que la bella de la noche va a brillar sobre la llanura, y su claridad  guiará tus pasos y los míos; el cansancio te guiará al reposo, y yo aquí en la selva, voy a pensar en ti Pixán, mi  única dicha. Oh Virgen, ¿cuándo podré ser tu compañero de todo momento?, ¿cuánto tiempo debe pasar para que cumplas tus votos?Díme el día en que se cumplen, dime el día, que precede a la bella noche, en que los dos alimentaremos el fuego que nos hizo nacer y que debemos perpetuar.

Pixan.- Oh Cancoh, terrible en la selva, como el de aquel de quien llevas su nombre, el día en que acaben mis votos, está lejano tres lunas, entonces serás mío, entonces seré tuya, te seguiré en los bosques, y de fuego y pasión adornaremos nuestras noches, y ésta flecha adornada de flores y plumas, símbolo será de nuestro amor.

Enseñaré a nuestros hijos a amarte como yo, ellas aprenderán a mantener vivo el fuego sagrado, y tu harás de ellos guerreros, que serán el Alma del  Jaguar .


                 (Se desarrolla en sueños:  Danza de Amor, risas y éxtasis de sombras)..


                                                     Acto Segundo


                                                   Escena Primera
Hermano Mayor.- Yo soy el hermano mayor, la Memoria de mi tribu, estuve con los fundadores de las ciudades sagradas, doy fe de cómo los dioses guiaron nuestros pasos cada día, hasta que nos condujeron a ésta tierra de expiación (suena el caracol). Aquí se cumplieron todas las profecías, con el corazón henchido de alegrías reverenciamos a nuestros dioses pacíficos, tejimos nuestros vestidos y modelamos el barro para servirnos de él, y aunque guerreros, no alzamos nunca en nuestro puño el botín de guerra, ni contamos a escondidas la ganancia del comercio.
Hermana Mayor.- Al caer la tarde, los cantos y los latidos de nuestros tambores, se perdían en ecos interminables corriendo por los cañones del valle. Nos regocijaba creer que nuestra existencia era agradable a los ojos de nuestros dioses, pero ellos en su deliberación, nos tenían reservado el espanto; hubo de todo, presagios, sequía, mortandad e inundaciones, pero nuestros augurios no alcanzaron a predecir la cifra de un padecimiento tan funesto.
Hermano Mayor.- ¿Quién conjura a la nube en cuyo vientre se retuerce el rayo?, los que tenían que venir, vinieron. Altaneros, egoístas, fuertes de voz y duros de ademán, así eran los instrumentos de nuestro castigo. Lloramos nuestros cultivos arrasados, lloramos a nuestras doncellas envilecidas, vimos rodar descabezadas las imágenes de nuestros dioses, que durante siglos cargamos a nuestras espaldas; vimos todo esto y en verdad no morimos.
Mariposa de obsidiana ... Mataron a mis hermanos, a mis primos, a mis tíos..., por la orilla del lago, fuimos a llorar.
(Llevan en andas a una pequeña amortajada, cubierta de flores del tiempo que corría.)

 Cantan: "Hacia cementerios inundados, navegamos, para visitar los muertos, que en la inmensidad del agua se quedaron.Viendo desde el fondo, las pocas islas que quedaron,  llorando sobre las tumbas, de nuestros seres amados. Y nutriendo los recuerdos, en que nos vamos muriendo"(bis).

                                                     Escena Segunda
Abuela Mayor.- (Lleva ante el Altar a una pequeñita recién nacida, y una ofrenda de flores e incienso) Vengo a consagrarte mi criatura Señor, Tú eres poderoso, protégela, abre sus caminos. Apiádate de sus ojos para que no miren a su alrededor, con la luz que brillan los ojos del ave de rapiña. Apiádate de sus manos, para que no las cierre como el jaguar sobre su presa, para que las abra para dar lo que posee, y para que reciba lo que necesita como si obedeciera tu ley, y acepte todo como venido de tu mano. Guárdala de respirar desprecio, y purifica sus entrañas para que ensanche su entendimiento, y en él pueda caber la verdad.

                                                      Escena Tercera
Etnóloga.- Se sabe que los conquistadores, luego te tocar tierra en Haití y Cuba, llegaron a Veracruz, después de hacer escalas en Cozumel y Cintla Tabasco, en donde ocurrió la primer batalla, murieron unos ochocientos indígenas y recibieron como botín, alhajas, vestidos y veinte esclavas entre las que se encontraba una joven Noble llamada Painella, a quien hoy conocemos como Marina, Malinche o Mallinalli, que les sirvió de intérprete, pues dominaba varias lenguas.
Historiador.- Luego acamparon en Chahuistle, y recibieron la oferta de los Totonacas de Cempoala para ser sus aliados; y su ofrecimiento tuvo como respuesta, la destrucción de los ídolos de sus templos; con su temeraria acción, se enardeció la multitud, que a punto estuvo de lincharlos…, y de la que salieron librados milagrosamente, luego de tomar como rehenes al Señor de Cempoala y a los Sacerdotes principales.
Sacerdote.- ¿Cómo pueden ser dioses estos hombres...?. ¡Si mas parecen monstruos vomitados por el mar, que dioses bajados del cielo como algunos pretenden creer!. ¿Cómo van a ser dioses, éstos hombres que buscan con tantas ansias el oro y los placeres?, ¿Quién puede no ver, el brillo mórbido de su mirada torva, que se ceba sobradamente en lo inhumano?.

                                                      Escena Cuarta
Etnóloga.- Insólito fue el primer acto cruel de Cortés y sus huestes, cuando en Pánuco, Veraruz., como medida de disuasión a todo nuevo intento rebelde de los naturales, ejecutaron sumariamente a 460 Nobles y Señores principales; y después los incineraron en presencia de sus hijos y parientes.
Chilam.-¿Insólita?, ¡Bestial, la refinada crueldad, con que les hicieron apenas vislumbrar, los abismos de sus carcomidas almas!.
Etnóloga.-Confiados ya en el poder de sus armas y de la indefensión de aquellos escudos de plumas, la víspera de la batalla contra los Tlaxcaltecas (20 mil), cortaron las manos a los cincuenta embajadores, encargados de ultimar los detalles de la batalla, sobre la ubicación y horario, en que se desarrollaría la reyerta. Eran sólo unos cien Españoles y 700 Totonacas; solo que antes que las armas chocaran en la mitad de la noche, a los nativos los venció el miedo, aunado al terror que inspiraba el resoplido y relinchos de aquellas bestias que montaban; éso los puso en fuga, y aún hoy es inexplicable éste hecho insólito, en un pueblo de reconocida tradición guerrera. La diplomacia llegó luego para firmar un acuerdo de paz, y una obligada alianza. La misma que se apresuraron a engrosar, dadas las circunstancias, los Huexotzincas, además de Iztlixóchitl y su Ejército.
Historiador.- Ufanos se encaminaron después a Cholula, donde fueron recibidos cordialmente; y donde se les tenía preparada una celada, pero una mujer puso en aviso a Doña Marina y ésta a Cortés; quien raudo se lanzó sobre la ciudad, tomándola con rapiña, sangre y fuego; más de 6000 Huexotzincas perdieron ése día la vida.


(Imágenes de Antorchas, disparos, saqueo e incendio de casas y templos. Llantos)

   Escena Quinta
Etnóloga.- Luego de pasar entre los volcanes, se apersonaron ante Moctezuma Ilhuicamina, el 8 de Noviembre de 1519.
Cortés.- “Soy yo, Noble y Gran Señor Embajador del Rey Carlos V, Supremo Monarca de Europa, quien me ha dado la encomienda de estrechar lazos sinceros de amistad con su Nación, y por mi conducto le garantiza, que entre nosotros siempre prevalecerá el respeto; no buscaremos tributo alguno ni vasallaje, pues reconocemos su soberanía, y no es nuestra intención despojar a nadie de sus pertenencias; pedimos solo tener su venia, para que los frailes anuncien a todos tus súbditos, la fe de la verdadera religión, del verdadero Dios.”
Moctezuma.- “Seas bienvenido Capitán Cortés, al igual que tus gentes; y mucho me place el favor de tu amistad, a la que honraré con buenas obras. Y aunque no quiero contradecir la bondad del Dios que adoráis, que sin duda es bueno para tu Patria, como nuestros Dioses lo han sido desde antiguo para nuestra Nación; te ruego, que respetes nuestras creencias y no insistas en persuadirme para que mi pueblo abandone su culto.

Escena Sexta
Etnóloga.- Antes de una semana de estancia, Cortés comenzó a elucubrar falsas sospechas, y temeroso de su vida, secuestró a Moctezuma con engaños para que viviera con ellos en el cuartel.
Moctezuma fiel a su grandeza, aceptó acompañarlos en el cuartel, para que entendieran que no le inspiraban ningún deseo de traición o venganza.
Moctezuma.- Señor Cortés, es evidente mi respeto y generosidad para cada uno de ustedes, y por lo que a mi toca se podrían quedar aquí recibiendo cada día nuevas muestras de mi benevolencia; pero eso no puede seguir más adelante, porque mis dioses no lo permiten, y porque no lo puede sufrir más mi pueblo. Por ello te pido por vuestro bien y el bien de todos, que lo antes posible, regreses con los tuyos por donde vinieron.!

Vecina chismosa.- Es una verdad que nadie ya esconde, ni duda que sea verdad: "dentro del gran señor Moctezuma, reside el alma de una mujer, vacilante, desconfiada y descontentadiza; que más atento está a los augurios de sus nigromantes, que escudriñan lo venidero en las vísceras de las aves, que en los maltratos y penas de sus súbditos, a manos de los invasores".

Escena Séptima
Etnóloga.- Sombría coincidencia, fue que por esos días llegaron a las costas 18 navíos que transportaban 1300 soldados al mando de Narváez, enviados por el Gobernador de Cuba para apresar a Cortés por los delitos de traición y rebeldía. Recordemos que Cortés desobedeciéndolo, se vino a conquistar México, sin su permiso. Fue por eso que Cortés tuvo que dejar la capital, dejando sólo 140 hombres bajo el mando de Alvarado "el así llamado Güero Tonatiuh", lacayo fiel de negra entraña, que pronto  nos mostraría sus dotes de  ambición y codicia, Durante la ausencia de Cortés, primero se negó a que Moctezuma abandonara el cuartel para ir al templo a presidir la ceremonia de la incensación de Huitzilopochtli, y sólo accedió a que se ésta se realizara en el mismo cuartel; y hasta allí llegaron los Nobles y Señores, ricamente ataviados, para satisfacer las demandas del que quedó al mando, ante la ausencia del Conquistador; y una vez más, la codicia hizo presa de la turba bestial, que masacró a los indefensos inocentes para robar sus joyas. Ante tanto horror y cobardía, la multitud que afuera esperaba que el ritual se cumpliera, se enardeció, y a punto estaban de lincharlos; fue cuando Moctezuma contuvo con su autoridad el furor de la plebe, aunque resultó herido de muerte.

 Escena Octava

El Sitio al Cuartel

Olmedo.-. Marina, me informan que ha comenzado el asalto al cuartel, entre una andanada de piedras y flechas, así que dile a Alvarado que lleve a Moctezuma a la terraza para que intente apaciguarlos.
Historiador.-  Alvarado intentó remediar la situación del continuo asedio al cuartel, pidiendo a Moctezuma que intercediera; él subió a la azotea para hablar a su pueblo, desde donde los amonestó, asegurándoles que tenía la palabra de los extranjeros de retirarse en cuanto cesaran las hostilidades. Pero ya no quisieron oírlo, por el contrario lo escarnecieron y una andanada de piedras y flechas lo hirió de muerte, murió enseguida, después de casi siete meses de auténtica prisión.

Dominico.- Carajo, era el único hombre en éste país, que todavía nos respetaba …

Aguilar.- Tendremos que escapar ésta misma noche, si seguimos aquí mañana , nos acabarán, ¿qué hacemos con el oro?

Alvarado.- Amontónalo en el patio, que cada hombre tome lo que pueda llevar consigo, recuérdales que escaparemos entre el fango de los puentes desechos, para que no se excedan en su ambición

Dominico.- ¿No los conoces?, su ambición será la soga de su ruina, ¿cuándo cambiarán?

Alvarado.- Ya lo hemos hablado, si algo encuentras en nosotros que te parezca odioso e indigno, guárdatelo y no te expongas, recuerda que los caminos de Dios son a veces tortuosos.

Dominico.- La espada de tu Dios es ancha, justifica todo: avaricia, lujuria, violencia. (llora), temo que ése oro nos mate….

Alvarado.- ¡Dios se encargará de cuidar, a los que habremos de cumplir aún, grandes hazañas para su gloria.!

Dominico.- Igual que Moctezuma lo dijo:”Que con ésos argumentos bien puede sostenerse que es legal el apoderarse de los imperios de otros …”, y tarde he llegado a comprenderlo, pues cada uno sólo defiende su pellejo, … las palabras sobran.

Alvarado.- No te atormentes, cuando uno ejerce el poder, no se puede decir a nadie la verdad; siempre hay que mentir, en beneficio de los que están o estarán más alto que uno.

...

Mallinalli.- Si, y en medio de ésta farsa yo soy una sombra que no existe más, y que terminaré despreciada por conquistados y conquistadores; pues aún los parientes de mi sangre, reniegan de nuestros vínculos y me detestan por ser la causa de todos los males que los avasallan; e igual que el judío tendré que errar, sin patria ni descanso, ¿por dónde arrastraré mis pasos extraviados, que no tienen razón de ser.?

Cortéz.- Mujer, deja ya tu pena por Dios, que me vas a enfermar. Carajo, ¿Qué te pasa?. Y ya deja de mirarme así, ¡Qué mirada tan dura!

Mallinalli.- Já, si vieras la tuya, se parece a la de un perro extraviado, que enseña los dientes a la menor provocación, y sólo para esconder su miedo.

Cortéz.- ¡Basta!, que esta noche será larga, muy larga …y habrá que luchar sin desfallecer, para llegar a ver el alba.

Etnóloga.- Amparados en la obscuridad de la noche, el primero de julio de 1520, al intentar huir del sitio, los españoles son derrotados en la batalla de "la Noche Triste" y huyen maltrechos y diezmados hacia Tlaxcala. Donde enjugaron lágrimas y heridas. Antes que un ejército conquistador con todas sus letras, eran un puñado de hombres maltrechos, que sabían que eran truncos sus anhelos, de alcanzar sus sueños de riqueza y poder,

Historiador.- Y sólo el odio y la rabia contra los Mexicas, de los pueblos de la rivera del lago, que vivían bajo el vasallaje, fueron la chispa que desató la debacle; ya que se les unieron para saldar viejos agravios y rencillas, y para cortar las avenidas y comenzar el sitio de Tenochtitlan; así lograron ayudarlos a reposicionarse. Los Tlaxcaltecas, fueron los que por miles, apoyaron la invasión española y en ellos se cumple el dicho de “la cuña debe ser del mismo palo, para que apriete”; pues ellos eran, uno de los siete pueblos que salieron del Aztlán mítico, junto a los Nahuatlacas.

 

                                                                       Escena Novena

                                                                   Sitio de Tenochtitlan

Etnóloga.- Luego del ataque al cuartel y haberlos hecho huir por la calzada en aquella noche memorable, comenzó el sitio de Tenochtitlan, en que el pueblo, sus sacerdotes, nobles y guerreros, sufrieron sed, hambre,y enfermedades traídas por los invasores. Largos ocho meses pasaron, minando su salud y valentía.

Cuauhtémoc.- Resistid hermanitos, pues antes que pasen ocho lunas, ocho noches, Nuestro Señor Huitzilipochtly, pronunciará un terrible juicio contra los rostros pálidos y sus aliados. Yo su hermano, los invito a celebrar entonces una gran fiesta, resistan hermanos, apaguen sólo por unos días más, el hambre y la sed, que no tarda en bajar la Justicia de nuestro Dios, como un golpe sobre la tierra. Resistan, y sean fuertes sólo un poco más, entonces llegaremos a ver cómo se llenan de espanto y terror los corazones de nuestros enemigos, y el renacer de nuestra Sangre, y nuestra Gloria, Honor y Poder..

Testigo Dominico.- Si, mis ojos fueron testigos …, desde los primeros días vi el lento correr de la sangre resbalando de la escalinata;  todo lo cubría aquel hedor y podredumbre de los coágulos y la carne desecha. Bajo la luz de las antorchas las siluetas de los sacerdotes, sembraban de sombras siniestras su alrededor, macabros brillos relampagueaban iluminando las manos y máscaras manchadas de sangre; la masacre no se detenía y el cuchillo de obsidiana hendía con precisión carnes y venas, mientras los corazones aún palpitantes, se acumulaban en los cestos, camino a la hoguera gigante. Allá abajo la multitud embriagada, se mecía frenética y sensual, ,al compás de los tambores.

Mallinalli.- Ya pasaron ocho lunas y los augurios de Cuauhtémoc resultaron falsos, ja,ja,ja. El hambre y la sed de tantos días de Sitio los tiene débiles y diezmados, es necesario que a sus signos falsos, respondas con tus signos Hernando.

Cortez.- Si, los signos de los dioses del Anáhuac, ¡ nada tienen que ver con nosotros!, ¡Dios me ampare! (da ordenes). Que preparen loa Bergantines, lanzaremos el asalto final; ah y que no se olviden de cargar toda la pólvora disponible. Marina, lleva ésta orden a Ixlixóchitl. “ Que cierre todas las salidas para que nadie escape de Tenochtitlan, atacaremos al amanecer, que estén todos los hombres en sus frentes.”.

Cuahutémoc.- Es necesario pelear hasta morir, pues si morimos defendiendo nuestra libertad, estaremos cumpliendo con nuestra obligación; pero si llegamos a vivir vencidos, antes que luchar siquiera, quedaremos cubiertos de eterna confusión.

                                                                          Escena Diez

Historiador.- La victoria fue fácil, el ejército Mexica en verdad estaba diezmado por el bloqueo, y con él una gran cantidad de familias alimentadas de tristeza, hambre, y fiebre; y sin duda ésos rostros y ésas miradas, calaban hondo en los guerreros, cansados, bañados de polvo y ojerosos; siempre alertas, que se preguntaban, si tanto sacrificio valía la pena.

Netzahualcoyotl.- Todo resuena apenas se rompe el equilibrio de las cosas                                            Los árboles y las hierbas, son silenciosos, el viento las agita y resuenan                                                   El agua está callada, el aire la mueve y resuenan                                                                                      Las olas mugen, algo las oprime                                                                                                                   La cascada se precipita, le falta el suelo                                                                                                      El lago hierve, algo lo calienta                                                                                                            Mudos son los metales y piedra, y si algo las golpea, resuenan                                                                Así, cuando el equilibrio se rompe                                                                                                               El Cielo escoge entre los hombres, a aquellos que son más sensibles y los hace resonar.                           Cuauhtémoc está llorando a la orilla del lago, viendo su ciudad tomada a sangre fuego y rapiña; la ciudad se llena de niños y ancianos desvalidos, de ojos desorbitados, llenos de tristeza y temor.

Llorona.- ¡Aaayyyy , mis hijos…!   (un salmo que se repite como un lamento).

Historiador.- (incrédulo) ¿Dónde están los Ejércitos de Caballeros Águilas, donde el valor invencible de los Caballeros Tigres?,.¡Cuánta desolación…!. ¡Hay, qué dolor!

Anciana.- Mataron a mis hermanos, a mis hijos, a mis tíos …, llego la noche, Mariposa de obsidiana.

Cuauhtémoc.- Míos son el lamento del  poeta,   mía la rabia de mi pueblo ante el destino fatal; la aurora y el lago están teñidos con la sangre de mis hermanos. Los Dioses que hasta aquí nos guiaron, nos han abandonado. En vano herí y escarnecí a mi hermano Señor Moctezuma, ante los ojos de sus súbditos. Vana mi furia, inútil resulto pelear hasta el último trance.

                                                                       Escena Once

(Llega Alderete de mirada mórbida y codiciosa, sus hombres toman prisionero a Cuahutémoc, Águila que desciende, e impacientes atizan el fogón; un sudor sucio les escurre manchando el aire y tierra.)

Alderete.-Mira tú que mi paciencia es poca, pero si colaboras y me dices lo que quiero, antes que tortura, te ofrezco mi amistad y protección. Dime, ¿dónde está el tesoro, donde lo escondieron?. ¿ No eres tu acaso el Emperador de éstas tierras.?

Cuauhtémoc.- Si, lo soy, pero mi lecho no es un lecho de rosas … (y no dijo mas)

 

                                                                       Escena Doce

 Ixtlixóchitl.- ¿Tiene la culpa el jaguar, de que su sed no se apague con el agua fresca del manantial, sino con la de la sangre caliente?. Díganle a Cortéz, que todos los puentes y diques están cortados, y sólo queda para salir la calzada de Tlacopan; y si intentan salir por allí, los haremos picadillo. Háganle saber que estaremos atentos a la orden de ataque, luego del embate de los bergantines al palacio.

Historiador iluminado.- Antes del ataque de los bergantines, un grito atronador surgió de todas las esquinas del lago : ¡Santiago!, era el mismo grito de arenga de los Cruzados intentando recuperar Jerusalem, y los ojos de los conquistadores y los malinches, brillaron como espadas desnudas. Los cañones montados en los bergantines empezaron a escupir con estruendo bolas de acero, mientras la caballería empezó a avanzar por la calzada, entre una nube de plumas multicolores y hachas de obsidiana; y a una voz de naturales, llovieron de ambos bandos,  piedras y flechas que rebotaban contra escudos y corazas, plin, plum, plam, resonaban los metales en sinfonía anárquica.

Y cuando más atosigados y vencidos estaban los invasores, y la fila no avanzaba; se dice que un San Jorge apareció aquí y allá, y como un relámpago abrió sendas a los Teules y sus malinches, que ya tragaban saliva amarga, creyendo llegada su última hora; sintiendo que llegaba el gélido aliento de la muerte a rozar sus mejillas, en medio de aquella multitud de rostros indios, que caían a sus pies como flores marchitas, mientras las zaetas y balas pasaban silbando, y deshacían sin ruido, las corazas de cuero y plumas; pero sus brazos cansados, que apenas podían sostener las armas para seguir en la brega, y los caballos agotados resoplaban sedientos, con sus ojos desorbitados; en sus pechos brillaban espumarajos sanguinolientos. Ésto es el Fin, gritó Cortéz, que se sabía soldado de la Fe, inspirado por Dios. Pero con el bregar de aquél San Jorge, ultimador del Dragón infernal, se abrió un rayo de esperanza; otra vez el cielo alteraba sin remordimientos los aconteceres del mundo, cargando los dados del destino y alterando el fiel de la balanza.                                                                                                ¿Es justicia divina, cegar las vidas de los naturales que defienden sus Patria y creencias, con una espada y lana, templadas en las entrañas del sol, por manos angelicales, destinadas en principio, a la derrota del maligno?.  ¡Si éso es cierto, es sin duda mezquino y muy humano, el Dios que éso permite, y en nada se distingue de los dioses y diosas de los panteones Griego y Romano, ávidos de apetitos, placeres y victorias; más dignas y propias de un bucanero, aventurero y conquistador!.

                                                                      Escena Trece

Historiador.- La fiebre del Oro, siguió como roña, atosigando las ansias de ambición y conquista de Cortés y los suyos, y en una larga expedición hacia la zona Maya, temiendo una insurrección en su ausencia, decidió llevar a Cuauhtémoc –prisionero- con ellos. Y una noche esquizoide, en que creyó oír amenazas de un asalto de los nativos, amparados por las sombras; horrorizado por los mil gritos y susurros de la selva, desesperado, lo colgó de un árbol; temiendo el inminente rescate de su botín de guerra y con él, el del comienzo de una guerra de exterminio a los colonizadores y sus aliados, que bien se avinieron al gozo de todo “botín de guerra”; y fueron la causa última, para que contra toda lógica y sin razón, un puñado de apenas 400 españoles, y una legión de nativos aliados, tomaran las riendas de la Nación Mexica.

Historiadora.-Al amanecer en la espesura de Izancanak, el venado bajó temprano a beber el agua del arroyo y lo miraba; Él y las hojas, eran mecidas tenuemente por el viento, como un llanto de estertor. Asustado de  la visión, los quetzales en su nido del árbol vecino, lo miraban desconfiados, arropando a sus polluelos de tan dantesca visión.

Las hormigas del árbol de espinas, apresuraban sus tareas, ante la amenaza de la lluvia inminente; las nubes contritas lloraron la pena común, imploraban la justicia y la bendición del Cielo. Y se dice que ni Dios, ni el cielo respondieron nada, ajenos e indiferentes ante el artero crimen de uno de los mejores guerreros mexicas, que llevaba en su nombre – Águila que Cae - el sino del final de un Raza, que fiel a su anhelo – Rostros sabios, Corazones firmes –, y a su manera de vivir – Caminos con Corazón -.

Forjó las raíces y símbolos de A z t l á n  “Garza entre bejucos” y de

                                         M É X I C O   “Águila devorando serpiente”

                                         Razón y raíz, de  Sangre, Valor e Identidad

 

                                                                             Epílogo

Yo Mallitzin (inspirado en “Aprendiz de Bruja” de A. Carpentier)

Mallinalli.- Mallinalli o Mallitzin es mi nombre, que al nacer recibí, y no es por erudición, ni azar que hablo cinco lenguas distintas, pues mi vida estuvo plagada de novedades, y mi destino que estaba escrito en los astros, es y será incomprensible e incomprendido por años mil, pero al final prevalecerá la verdad de mi entrega y nobleza, a las causas últimas que fundaron ésta Nación. Comenzaré por decir que mi madre, ante la imposibilidad de darme a un hombre de buena posición, me entregó a mercenarios que me vendieron como esclava al mejor postor, y así fue como tuve la necesidad de ir aprendiendo distintas lenguas para entenderme con mis distintos amos, que por mi juventud, siempre tenían los mismos urgentes menesteres. Hasta que al final me entregaron a los blancos que llegaron de allá del mar, en sus casas de agua, en el año dos conejo; y con ellos llegaron el miedo, el temor y el espanto, y las enfermedades que casi diezmaron a mis hermanos de sangre. Los mitos encarnados en aventureros sin ley se vieron cumplidos y todo se hiló en su beneficio, con un Moctezuma acobardado, temeroso de confrontarlos, creyendo que era el mismo Quetzalcóatl que estaba de regreso para reclamar su reinado. Además por una extraña paradoja siempre les favorecía el curso de los acontecimientos, y siempre con la ayuda de nativos –ellos, y no yo, los verdaderos y eternos malinchistas-, por los que los conquistadores supieron de conspiraciones, antes de que les ocurrieran; y ayudados por Ixtlixóchitl, Flor Negra, y los Tlaxcaltecas, lograron sojuzgar un imperio extenso que tiene millones de gentes y riquezas sin par, aunque era menos de 500 al desembarcar.

Mis sueños y mi paraíso, son más vagos y extraviados que nunca; ¿Quién Soy?, ¿Cuál ha sido mi papel en éstos terribles asuntos?, ¿Viví para el bien, o para el mal?, ¿Qué fui para Cortez?, moriría en paz, si al menos pudiera saberlo. La tragedia de los que hacemos la historia es que nunca sabemos para quien trabajamos, y cargamos el dolor de todos los despojados, y la mala leche de los que llegaron después de la conquista, cargados de insolencia y restregándonos en la cara sus “Títulos” y “Nombramientos”; con poderes absolutos para juzgar cada uno de nuestros actos; y que seguramente bien esconderán su felicidad, cuando le den el pésame a mis hijos y deudos. ¿ Para que fue todo, para qué?.

¿Tú, qué me sigues mirando?, ¡si ya acabó la farsa!, mírate al espejo.

 En Cholula ocurre la primer masacre de éstos bestiales conquistadores, y en Tenochtitlán con Moctezuma prisionero, se apertrecharon rodeados por miles en la Ciudadela, esperando el asalto; para acabarlos como ratas espantadas que huyen del naufragio y del fuego. Pero al igual que en la “Iliáda”, los dioses porfiaban en su favor, y llegaron hasta aquí, soñando realizadas cosas que jamás existieron: el Dorado, La Montaña que sube al Cielo, La Fuente de la eterna juventud, las Amazonas, las Sirenas, … todos, puros cuentos de niños.

¿Quién soy, quién fui?, (se desviste) héme aquí desnuda y libre al fin de Cortéz y todo lo que me agobia, ¿quién fui?, esclava insumisa, políglota, autodidacta, nido de intrigas, fuente de desconfianza, yegua salvaje sin ataduras, Yo Madre-amante, arcano de delicias y ternuras.

Lo cierto es que nunca tuve afición por la riqueza o los honores, y aunque gocé del poder, fui sencilla, e instrumento de la providencia; así que ¡no me importa el juicio de los hombres, y al de Dios no le temo!; pues la nobleza de mi actuar es mi escudo y piedra fundamental.

Un imperio, el Azteca  sojuzgaba ésta nación y tarde o temprano, todos los linderos del mundo no tardarían en ser descubiertos y mancillados; y a los que insisten en tratarme de traidora, bien les haría meditar sobre cuál hubiera sido el derrotero de los pueblos originales, si los conquistadores hubiesen sido los bucaneros ingleses o los esclavistas de Portugal.

 (Se retira hacia el fondo) Dos Civilizaciones chocaron, y hoy a todos, escasos de argumentos, solo nos queda hacer el recuento de los daños, ¿y todo para qué?.

.. para engendrar éste pueblo ruin, casta de esclavos comodinos y agachados, pueblo vil, ¿raza de bronce?,  jajaja

…¡No, porque tienen atole en la sangre!

(se escucha “Maldición de Malinche” de Amparo Ochoa)

 

Escena Catorce

Pecata minuta

(Cortés  ante el crucifijo, dos velas chisporrotean, gotas que se congelan al roce del aire cálido.)

Cortéz.- Señor, estoy tranquilo, y mi espíritu apacible. Tu bien sabes que no hubo en mi intención torcida, ni asesina; no tengo remordimientos, pues tú sabes cómo sufrimos todos esos días, empeñados en hacer crecer la Gloria de España y entronizar tu Doctrina, en éstas tierras de infieles, empapados de tu Celo Apostólico..

Tú sabes cómo fuimos acosados, y cuan indefensos y abandonados estuvimos en medio  de la selva, acechados por toda clase de alimañas; aguzando los sentidos, midiendo cada uno de nuestros pasos para no ser devorados por la espesura de la selva, o caer en la boca del pantano.

Parece exagerado decirlo, pero apenas un soplo hubiera bastado, en estas condiciones, para derribarnos y no resistir un ataque de los naturales.

Agradezco infinitamente, que velaste por nosotros y nos conservaste salud y vida. Señor, si algo malo nos hubiera ocurrido, la noticia hubiera corrido como fuego, avivando el pié rápido de la venganza; nada entonces hubiera quedado de todos los esfuerzos, ni de nuestras vidas. Por todo eso y más, mi corazón rebosa alegrías, pues nos conservaste la vida para servirte y extender tu evangelio en estas tierras de infieles.

 

                                                                           TELÓN

 

(Se vuelve a escuchar  a soto voce el MamboSon:)

                                                      “Un Lamentable Desembarco"

                                        - Son Caribeño, por un lamentable desembarco -


EL Cielo se va a caer, la vida se está acabando,
De Cuba salió Cortés, escondido navegando.
 

Ávido de poder, honores y aventuras,
llegó a tierra jarocha presagio de mil dulzuras.
Ándale pué mi negro, acerca ya tu piragua,
que repletita de regalo, de colore pinta el agua.
Sencillo el rostro sonriente, le dijo con discreción
luego de unos saludos, lo que aquí canta éste Son:
"Comidas, flores y plumas, te manda mi Emperadó,
y que te me fueras rapidito, ¿qué máj quiere, mi señó?".
Hambrientos se avorazaron, hasta limpiar los chiquihuites
y cuando el alma les volvió al cuerpo,:"ora si ¿qué me dijites?"
Su mirada se hizo torva, cuando salió a relucir el oro
y con ojos desorbitados contemplaron el tesoro.
El cielo ya se calló, nuestras vidas están penando
sanguijuelas y ladillas, con mi pueblo están acabando.                                                                               

El cielo se va a caé,  la vida se está acabando.                                                                                            De Cuba salió Cortés, escondido navegando.

Primero llegó Corté y con el llegó Alvarado.                                                                                        ¿Qué culpa tengo  yo, de lo que Dios nos ha enviado ?                                                                     Cargadas de pesares, llegaron días y penas.                                                                                                Y el sino nos empató al lomo, dolor hambre y cadenas. (Bis)

 


 

                                        León de los Aldamas, Domingo 24 de Enero 2016

 

 

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