Yáotl en la tierra de los Muertos

5.- Yáotl, en la Tierra de los Muertos.

                             Tradición Oral Mexicana

Pregonero.- Yáotl, era un pequeño niño del valle, era feliz al lado de su madre, durante el día corría jugueteando por el campo, imaginando mil historias y cuando llegaba el atardecer se sentaba en lo alto, para contemplar los mil colores con que el sol se despide. Pero aquella tarde su corazón comenzó a nublarse y se llenó de melancolía y tristeza mirando el fuego.

Yáotl.- Má, ven abrázame, que hoy mi corazón está triste.

Madre.- Ven a mis brazos, hijo mío, mi consuelo, ¿qué tinieblas ensombrecen la sonrisa de tus labios y la alegría de tu corazón?

Yáotl.- Las tinieblas que nacen al irse el sol, han comenzado a devorar mi confianza, tengo miedo.

Madre.- No temas hijo mio, junto a ti estoy para ahuyentar tus penas. La memoria de tu padre, debe alentar tu voluntad, bien sabe que él fue un guerrero Águila.

Pregonero.- Los  Guerreros Águila eran los hombres más valientes, y se encargaban de defender el reino; al morir en el campo de batalla, su espíritu tenía como recompensa, acompañar al sol en su peregrinar diario con cantos y danzas,  y luego de transcurridos cuatro años en ésta labor, ellos se transformaban en las distintas aves que liban las mieles de las flores.

(aparecen Yáotl y su perro)

Yáotl.- Amigo Xólotl, Bien sabes que mi padre murió, pero yo no creo que haya muerto porque era un Guerrero. Ayer lo encontré en mi sueño, y lo ví llamándome con sus brazos extendidos, así que he tomado la decisión de ir a buscarlo, ¿quieres acompañarme? (el perro se pone contento y se marchan, rendidos de cansancio dormitan, y se acerca hasta ellos una boa gigante, ellos con astucia e ingenio logran que quede atrapada, enmarañada entre los árboles. )

Yáotl.- Uff, estuvo cerca, de la que nos salvamos, sigamos adelante.

(Copando la entrada de la cueva que conduce al Mictlán, está una lagartija gigante de guardiana. Ellos se escoden para no llamar su atención, y cuando está a punto de devorarlos arroja tierra en sus ojos y aprovechan el descuido para entrar.)

Yáotl.- que suerte tuvimos de vencer a tan feroz enemigo, no se ve nada, así que no te apartes de mi, estas tan asustado y tembloroso como yo, pero debemos seguir adelante, vamos.

Pregonero.- Un poco más delante percibieron el sonido de un caudaloso río que corría en las entrañas de la tierra, era el último peligro que tendrían que enfrentar para llegar al Mictlán,  la tierra de los muertos.

Yáotl.- Xólotl, valiente amigo mío, hasta aquí has sido un compañero fiel en nuestra aventura, y bien sabes de mis limitaciones para nadar, así que sólo podré cruzar el río si tu me ayudas, ha  sido muy difícil todo esto, pero creo que estamos a punto de llegar. Te lo confieso, estoy lleno de miedo, pero mi fe  y mi ewsperanza me guían.

Pregonero.- ambos entraron al rio de aguas traicioneras llenas de remolinos helados, uno de ellos atrapó a Yáotl, pero su perro valientemente fue por el y lo sacó arrastrándolo de las ropas hasta alcanzar la orilla con agotadores esfuerzos.

(Dos sombras gigantes aparecen junto a ellos al tocar la orilla)

Mictlantecutli.- Dime… ¿Qué haces en la tierra de los Muertos? (ambos Yáotly su perro, se abrazan y comienzan a temblar). ¿Por  qué vienes a profanar los dominios del Mictlán, mi Reino? ¡Contesta!.

Yáotl.- Es que …. , bueno. El viaje ha sido peligroso y …

Mictlancíhuatl.- ¿Qué haces aquí?, eso es lo que queremos saber.

Yáotl.- Busco a mi Padre, es un Guerrero Águila que murió hace cuatro años, murió en batalla, ¿estará por aquí?.

Mictalantecuhtli.- Los guerreros, no vienen al Mictlán, su tarea consiste en acompañar al sol en su tránsito por la bóveda del cielo, aquí sólo vienen los que mueren de enfermedad, o muerte natural.

Mictlancíhuatl.- Además los que aquí vienen, han de conformarse con los signos que nosotros les enviamos, y nunca permitimos que nadie profane el Mictlán;  tu osadía de llegar hasta aquí estando vivo, es una falta muy grave, por eso ¡serás sacrificado inmediatamente! (Las sombras gigantes empiezan a avanzar hacia ellos)

Yáotl.- Perdón, pero es que yo no sabía, piedad, ¡No por favor, no!

(Hay repentinamente un cambio de escena, el niño aparece durmiendo a la sombra de un árbol, el perro juega y ladra alrededor de él y lo despierta, en ése momento un colibrí se acerca a su cara y sobrevuela su cabeza, el niño se levanta y se va corriendo).

Yáoyl.- Mamá, Mamá, mi Padre ha vino a verme, vino a verme.

Madre.- ¿Qué pasa Yáotl, qué sucede?

Yáotl.- En un sueño fantástico he buscado a mi Padre en el Mictlán, pues ya pasaron cuatro años de que nos dejó, pero él no está allí, por ser un Guerrero Águila ha dejado ya de acompañar al sol en su paso sobre la bóveda celeste y ahora ha regresado a la tierra convertido en un colibrí de mil colores, y cuando desperté estaba a mi lado saludándome; está aquí con nosotros, y ya nunca más estaré triste. Ahora se que mi padre es un bello colibrí.

 

                                Fin.